
Ha cesado mi danza como partícipe en un escenario. En mi interior no se interrumpe esa necesidad, la construcción de momentos en términos de movimientos se precipitan por un circuito que encuentra como puerto de llegada y salida el hecho de que mis manos puedan ejercitar de manera exacta e inexacta la danza de la vida a través de la pintura.
Experimento con el color y la materia, las líneas en movimiento, las texturas me orientan y recuerdan que siempre habrá tropiezos.

Experimento ese gesto que abarca mi vida, la vida Universal, ese sentimiento que nos posee y pertenece.
Rosa Ochoa Simoneau.
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